Los taiwaneses aman viajar a Japón y recientemente, un usuario de Internet compartió su experiencia en un viaje a Hokkaido en un tour organizado. Descubrió que había una pareja joven en el grupo que llevaba un pin en el pecho que decía “私は台湾人です” (Soy taiwanés) y que hacían un esfuerzo por mostrarlo a los empleados japoneses en todas partes. Después de ver la publicación, muchos expresaron su descontento con esta acción, diciendo “qué vergüenza…” o “la actitud lo es todo, de dónde vienes no importa”.
Esta actitud de querer mostrar su nacionalidad a los demás puede ser malinterpretada como una falta de respeto hacia la cultura y las personas del país que están visitando. En lugar de eso, deberíamos enfocarnos en ser respetuosos y humildes mientras viajamos a otros países. Después de todo, somos embajadores de nuestra propia cultura y es nuestra responsabilidad mostrar lo mejor de ella en todo momento.
Es importante recordar que somos ciudadanos del mundo y no solo de nuestro país de origen. Viajar es una oportunidad para aprender y sumergirnos en diferentes culturas, no para presumir de nuestra nacionalidad. En lugar de llevar un pin en el pecho, deberíamos llevar una sonrisa en el rostro y una mente abierta para aprender de los demás.
Además, es importante ser conscientes de nuestras acciones y cómo pueden ser percibidas por los demás. No queremos ser vistos como turistas arrogantes o presumidos. En cambio, deberíamos ser respetuosos y tratar a los demás con amabilidad y consideración, independientemente de nuestra nacionalidad.
En lugar de enfocarnos en nuestras diferencias, deberíamos celebrar nuestras similitudes como seres humanos. Al final del día, todos queremos lo mismo: ser felices y tener una vida significativa. Viajar nos da la oportunidad de conectarnos con personas de diferentes culturas y aprender de ellas. En lugar de mostrar nuestra nacionalidad con orgullo, deberíamos mostrar nuestro amor y respeto por la humanidad.
En resumen, en lugar de tratar de impresionar a los demás con nuestra nacionalidad, deberíamos enfocarnos en ser respetuosos y humildes mientras viajamos. Debemos recordar que somos ciudadanos del mundo y que es nuestra responsabilidad ser embajadores de nuestra cultura de una manera positiva. Viajar nos brinda la oportunidad de aprender y crecer, y debemos aprovecharla al máximo en lugar de preocuparnos por impresionar a los demás.
